Dos semanas han pasado desde que ‘Godzila’, un perro de raza pug, color miel, se extravió de su casa, ubicada en el barrio Recreo.

El canino, tiene además los ojos ligeramente desviados, con cataratas en uno de ellos, por lo que necesita gotas especiales, según explicó su dueño, Anthony Peña, quien se comunicó con Zona Cero para revelar la odisea que ha vivido con el inesperado suceso, y para ofrecer una recompensa a cualquiera que tenga información sobre el paradero del animalito, a través de los teléfonos 3058978692 – 3017658170.

Según vecinos del Recreo, una vez el perrito salió de su hogar fue robado por un carretillero, más luego advirtieron a Anthony sobre el sitio que esta persona frecuentaba.

Con la información suministrada se dirigió al Hospital de Barranquilla, donde supuestamente dormía el indigente. Lo esperó en el lugar por tiempos prolongados durante varios días, sin embargo, el esfuerzo fue en vano.

Trabajadores del sector manifestaron haberlo visto con el animalito, no obstante, al cabo de dos días llamaron al propietario del canino para informarle que este había escapado del carretillero, para más tarde ser llevado en brazos por una desconocida.

Ahora la lucha consistía en encontrar a la mujer que se había llevado a ‘Godzila’, sin embargo, las noticias llegaron por sí solas. Un vendedor de tintos, a quien le había dejado su número de celular, se comunicó con él para anunciarle que la señora en cuestión, había vuelto por los alrededores siendo abordada por él.

Al preguntarle por la mascota, esta declaró haberlo abandonado en el parque Almendra por petición de su esposo, quien no estaba a gusto con el animalito en su casa.

Ante esta situación, Anthony se vistió de optimismo una vez más y fue directamente al parque, pero no halló a ‘Godzila’, por ello, habló con las autoridades del CAI, quienes le dijeron jamás haber visto a una mujer dejando un perro con dichas características.

Por esa razón, el dueño del animalito considera que la mujer aún tiene a ‘Godzila’, y le mintió para poder conservarlo.

No tiene certeza sobre ello, por tal motivo ha inundado la ciudad con panfletos, guardando así la esperanza de encontrar a su mascota sana y salva para que finalmente regrese a su casa, donde su hija de tres años aún espera por la mascota para darle un fuerte abrazo.